El Delta del Llobregat en Bici

Hoy hemos decidido hacer una ruta en bici, algo tranquilo: el Delta del Llobregat.
Se trata de un camino bastante fácil para cualquier nivel de forma física ya que no hay ningún desnivel.
Hemos empezado en L'Hospitalet (Metro Línea 1 Av. Carrilet). Desde aquí hemos ido en bici hasta llegar a un puente que nos ha ayudado a cruzar las vías por dónde pasa el nuevo recorrido del AVE y el río Llobregat. Y a partir de aquí ya hemos cogido el camino paralelo al río. Es una vía muy transitada tanto por bicis como por peatones pero por lo que hemos visto hay buena sintonía entre todos.

En el último año había oído hablar muy bien del Delta del Llobregat pero lo que he visto no se correspondía con todo lo que había oído pero posiblemente es porque no hemos entrado en la reserva protegida donde puedes ver diferentes especies de aves. Era un sitio en el que sólo puedes ir a pie por lo que hemos decidido que volveremos más adelante.

Pedaleando hemos llegado hasta la playa del Prat pasando entre zonas de huertos y las pistas del aeropuerto...curioso!
   
En total han sido poco más de 30 km (ida y vuelta) a un ritmo muy tranquilo que nos han servido de primer contacto con esta zona a la que seguro que volveremos.

BESALÚ

Hoy hemos decidido hacer una escapada a un destino que hace tiempo era una asignatura pendiente para nosotros: BESALÚ, sobretodo después de leer 'El Pont dels Jueus' de Martí Gironell.

Besalú se encuentra en la comarca de la Garrotxa. Empezó a cobrar importancia como capital de condado independente después de la muerte de Wifredo el Velloso (902), aunque perdió esta condición después de la muerte de Bernat III, yerno de Ramón Berenguer III por falta de descendencia y el condado de Besalú pasó a pertenecer a Barcelona. En 1966 fue declarado 'Conjunto Histórico-Artístico Nacional' por su valor arquitectónico ya que acoge uno de los legados monumentales más notables de la época medieval catalana.

Esta vez habíamos pasado la noche en Pineda, la distancia hasta Besalú es de unos 80 Km y tardamos aproximadamente una hora. Dejamos el coche en el parking que hay justo  antes de llegar a su emblemático puente románico. A partir de aquí sólo quedaba perdernos por las calles del pueblo y el día invitaba a ello.
Atravesando el Puente Románico ya puedes captar las primeras instantáneas de Besalú y hacerte una idea de lo que te espera dentro. Este puente ha sido reconstruido en diversas ocasiones a lo largo del tiempo. Está formado por siete arcadas de característica forma angular a causa del asentamiento de los pilares sobre las piedras del río. Mide 105 metros de largo e incluyendo la torre hace 30 metros de altura. En esta torre fortificada,  en el mismo sitio en el que en la época medieval se instaló el pagus condal,  ahora se instalan músicos de diferentes estilos para poner una original banda sonora al paso por el puente de todos los visitantes de Besalú.
A la entrada del pueblo, en el suelo encontramos una de las muchas marcas de la 'Red de Juderías de España' que podremos ver por diferentes partes del pueblo.

Y es que en Besalú encontramos un importante patrimonio judío entre el que destaca El Miqve, que fue descubierto en el año 1964 y que curiosamente se encuentra en la parte suberránea del lugar donde se hallan los restos arqueológicos de la Sinagoga. Miqvé significa 'baños judíos de purificación' y como su nombre indica servían para la purificación espiritual.
Si queréis conocer un poco más sobre la comunidad judía en Besalú os recomiendo este link

Paseando por las calles no hemos podido evitar entrar en el Museu de l'embotit, y, lógicamente, una vez dentro no hemos podido evitar caer en la tentación de comprar Bull y queso de cabra. Buenísimo!

Dentro del museo tienen un curioso cuadro con el nombre de todos los Condes de Besalú:

Hemos seguido callejeando hasta que ha llegado la hora de comer y hemos decidido entrar al restaurante Can Quei en la calle Sant Vicenç donde nos hemos decantado por un menú del día y no hemos quedado nada mal.

Después de comer hemos dado la última vuelta a Besalú y nos hemos marchado con un muy buen sabor de boca.

Merece la pena pasar el día en Besalú.